Reloj de Arena


El mensaje de estos minerales es muy universal. Toca dar la vuelta la reloj de arena.
Después de pedir permiso para abrir canal de comunicación sentí la energía de C. como si fuera un pequeño duende. Estaba andando entre hermosa vegetación que resplandecía mucho. Tenía la sensación que toda esa luminosidad de las plantan tan inusual era un gran regalo para C. Como si todas las plantas le honraban y expresaban su reconocimiento. Como si sintieran que su aspecto es muy diferente, que la forma diminuta que mostraba no expresaba su verdadero ser. Poco a poco C. se acercó a un pequeño lago. A su orilla había una hoguera. Pero no era una hoguera normal. Su fuego era azulado, mágico. Era la hoguera de las Salamandras. Las hadas del fuego. Al mismo tiempo allí estaba la energía de la Mookaita que le daba a C. esa oportunidad de conectar con esas hadas. C. se sentó y miro las llamas. Sintió la llamada de las Salamandras. Le pidieron la valentía de quemar todo lo que no le dejaba ver su verdadero ser. Me pareció percibir su cuerpo entero cubierto con con las hojas de papel. Cada papel era algún recuerdo que hoy en día le hacía sentirse pequeño, valorarse menos de lo que era de verdad. C. miraba cada uno de los papelitos. Leía que estaba escrito allí. Reconocía las situaciones, los sentimientos y los quemaba en la hoguera. La Mookaita le acompañaba con su fuerza de estabilidad y tranquilidad. Y poco a poco C. se hacía más “humano”. Ya no era un duendecito diminuto. Ya era un hombre. En ese momento apareció la energía del Granate. Le invitó a poner raíces en la Tierra. Pero pareció que C. tenia sus dudas. Como si el echo de anclarse le quitaba algo que no sabía bien bien definir pero no le gustaba perderlo. Granate le dijo: “Mira C., qué te parece si lo hacemos de otra manera. Lo que es arribas es abajo. Mira la Tierra como si fuera el cielo. ” La imagen cambió de repente. Ya no se trataba de poner los raíces sino de extender los brazos. Eso le sorprendió mucho a C. Granate continuó: “imagina que eres un reloj de arena. Tu mueves la energía desde el cielo hacia la Tierra. Pero luego das la vuelta y lo haces al revés. Pasas la energía de la Tierra hacia el cielo. Esa es tu función y misión. En el eterno movimiento de la energiza encontrarás tu calma. Te has estancado porque te cuesta dar la vuelta. Eres un reloj de arena. Todos los granos ya han caído. Toca dar la vuelta. Somos los minerales que te acompañarán en tu día, día para que quemes las ilusiones y puedas ver tu verdadero ser que sabe adaptarse y dar la vuelta al reloj de arena.”

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