Quería compartir con vosotros esta comunicación, con permiso de mi amiga, entre ella y una Prehnita,  porque muestra hasta que punto estamos protegidos y si sabemos pedir ayuda podemos recibirla y para nosotros y para otros.
Mi amiga vivía en una masía situada en una pequeña colina. Por debajo de ella se extendía un campo donde hace unos 200 años tuvo lugar una batalla donde murió alrededor de dos mil personas. Sé que vivir allí no fue nada fácil para ella e influyó mucho en su vida.
Después de pedir permiso para abrir el canal de comunicación vi a mi amiga sentada al lado de su casa mirando el campo. Allí abajo se veía el fervor de una batalla. De repente todo cesó o todos, se sentaron y empezaron mirarla fijamente. Me parecía que lo que querían era ser escuchados. Pero bueno, dos mil personas al mimo tiempo son muchas personas. Y aunque no me parecía que tenían malas intenciones, solo querían que alguien les escuchara, sé que ella lo pasó mal. Pues, les pregunté si mi amiga les había dado el permiso para hacerlo. Me parecía como si tuvieran una consciencia, una voz. No me dieron la respuesta que entendí como un no. Pues, les dije que así no podía ser, que no era bueno mi para ellos ni para mi amiga y pedí su permiso para deshacer lazos karmicos que se crearon entre ellos y ella. La vi dentro de la casa. A sus lados estaba arcángel Miguel y Rafael. Miguel cortaba y cortaba un montón de hilos que tenía enganchada mi amiga y Rafael mandaba mucho mucho amor para todos. Cuando este proceso se terminó, mi amiga salio corriendo de la casa como si pesara unos cuantos kilos menos, como si su vida se reanudara. Corrió hacia el bosque donde le esperaba la energía de la preciosa Prehnita- parecida a la de la foto- de su colgante. Tenia forma de una mujer , muy , muy guapa y poderosa. A su lado estaba un precioso Ciervo.
Hace poco hablé con mi amiga que me comentó que volvió a ese campo para honrar o todos esos hombres que murieron allí. Me contó también que por fin habia encontrado la paz. Pues, como veis, ángeles, piedras y animales… todos están con nosotros siempre cuando los necesitamos. Hace falta solo llamarlos y darle permiso a que nos ayuden.

En la foto colgante de Prehnita