Piedras de buena suerte Haniel

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Rubí
Simboliza la fuerza, el coraje, la audacia y la temeridad. Es más duro que el acero. Cuando cambia ligeramente de color, significa que su propietario está amenazado de algún mal que le puede traer infortunio o infelicidad. Antiguamente se usaba como remedio contra la peste. Desde antes de la Edad Media se la atribuía el don de atraer amor verdadero.
Cuarzo
Se recomienda tener una piedra de cuarzo cerca de la cama para alejar las pesadillas nocturnas y lograr sueños tranquilos. Atrae buena suerte.
Granate
Predispone a la fidelidad en el amor y favorece las uniones duraderas. Se utilizaba contra la impotencia y la frigidez. Aporta fuerza y optimismo. En la Edad Media se usaba para realizar talismanes de protección. Es una de la piedras sagradas de Oriente.
Coral
Da una gran protección mágica al alejar los infortunios y enfermedades y brinda a quien lo porta seguridad, confianza. La tradición dice que el coral se vuelve pálido cuando muere un ser querido. Se le asocia con la vitalidad, la alegría y la abundancia. Se ha utilizado por diferentes culturas como protector de energías negativas y como amuleto para mal de ojo.
Malaquita
Las piezas de malaquita que parecen presentar en su estructura la apariencia del ojo de un huracán, rodeado por vientos verdes giratorios, son las preferidas como amuletos contra el mal de ojo.
Ámbar
Se ha usado desde la antigüedad como protección mágica contra los encantamientos de las brujas. Protege de la malicia y de las influencias nefastas de los enemigos. Igualmente, atrae la comprensión y entendimiento.
Jade
Es el símbolo de la rectitud y la inmortalidad. En la India sólo era permitido que la usaran los hombres de integridad y de carácter moral. En el Japón es considerado como sagrado. En China existe creencia que el jade es el esperma deshidratado de los mágicos y protectores dragones. El dragón es el símbolo de la sabiduría, la protección y la nobleza de corazón. Para los Mayas poseía un origen extraordinario: le atribuían la esencia del origen de la vida en La Tierra, esencia que una vez había dado paso a la formación de todas las cosas, y que después de la creación del mundo se solidificó en forma de este peculiar mineral verdoso.