Después de pedir permiso para abrir el canal de comunicación vi a Juana (el nombre inventado) meditando encina de un precioso flor de loto. La flor era grande y ella parecías más a una hada que a un ser humano. Se acercó un pez. Como en los lagos de japón. El pez anaranjado con tonos dorados. Era la energía de Cuarzo Ahumado. La pidió que bajara con él porque le quería mostrar algo precioso. Pero ella ni siquiera lo oí. La pez que representaba la energía de Cuarzo Ahumado empezó a dar golpecitos con la cola para mojarla con agua. Nada, sin ningún resultado. Golpeó más fuerte y…… nada. Pues, la empapó con un chorro de agua. Entonces sí que reaccionó. Despertó de golpe como una fierra, muy enfadada. Se encendio…. Pero para el pez Cuarzo eso era completamente igual que estar ensimismada, no le impresionó nada. Ni una ni otra actitud no correspondía a la verdadera luz de Juana . Pero por lo menos estabas despierta. Cuando se calmó, el pez Cuarzo la invitó a bajar con él hasta las profundidades. Por fin lo aceptó. El viaje era muy bonito. Allí al fondo del lago estaba un cofre. Juana sintió gran alegría porque sabía que dentro estaba escondido gran tesoro. Tenia ganas de abrirlo A su lado estaba una mujer que era la energía de Ágata de Botswana. Le dijo a Juana: “Yo y el Cuarzo Ahumado estamos aquí para acompañarte en el camino hacia tu tesoro. Pero no pienses que es oro o piedras preciosas. El tesoro eres TÚ. Es tu verdadera luz. No tienes que buscarla fuera, no tienes que escapar de tu poder….. Confía en ti misma, confía en tu sabiduría, confía en tu poder. Todo lo que necesitas saber está dentro de ti… Ese tesoros que ves, eres TÚ…….