La magia del Silencio.


Después de pedir permiso para abrir canal de comunicación vi a R. como como si estuviera acurrucada entre los raíces de las plantas. Todo era verde claro, muy bonito. Sentí su fragilidad y delicadeza que tanta belleza le da a R. No veía a nadie pero sentía muchas presencia elemental. De repente me dijeron a mí: “Haces demasiado ruido”. Me sorprendí porque me parecía que no hacía nada. Toda la energía del espacio estaba centrada en un objetivo- aportarle a R. la calma y sobre todo el silencio necesario para el proceso que llevaba. Me pareció que la energía de la piedra con toda la conciencia que emanaba a través de ella le aportaban el Silencio muy mágico y sagrado. El silencio que le hacía posible sentir el corazón. El latido de su corazón. Tan bonito, tan puro que casi dolía al conectar con él. La piedra junto con la energía elemental creó un espacio divino de conexión donde su latido se hizo uno con el latido del universo. El sonido que daba inicio a toda la vida. Hágase la luz como dicen unos u Om como dicen otros. Pero al mismo tiempo la energía de la piedra le quería conectar con el rayo negro. El rayo de luz que tan mala fama tiene pero de verdad es el rayo que impulsa la creación. Es el rayo rebelde, juguetón que une todos los colores. Es este rayo que partiendo del silencio donde el único sonido es el latido de su corazón le impulsará hacia fuera y mostrará el camino.
Pero ahora toca silencio de su corazón.

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