“Los cristales y las piedras constituyen unos regalos muy especiales. Si se dan con cariño, se vuelven ”cristales de amor”, el símbolo de la emoción que se siente por la persona. Estos cristales podrán emplearse posteriormente con fines curativos, ya que también pueden cargarse son fuerza terapéutica vital. Antes de entregar el regalo, mantén el cristal contra el corazón. Medita y concéntrate en la persona que lo va a recibir, imaginándola saludable, equilibrada, realizada y feliz. Esta representación queda programada en la piedra; el regalo siempre irradiará energía a favor de su dueño.
Según “La iluminación por los cristales” Katrina Raphael