Después de pedir permiso para abrir el canal de comunicación vi a Valentina en plena tormenta, andando entre los arboles de un el bosque. Hacía mucho viento y frío, llovía a cantaros. Ella llegó a una pequeña tienda de campaña. Entró en ella para protegerse un poco. Allí la esperaba la energía de las piedras. Era como si las piedras crearon una consciencia de acuerdo con un propósito- trasmitir a Valentina sensación de seguridad, amor y apoyo. Le preguntaron: “Por qué no nos vamos de allí?”. Y Valentina les respondió: “No, no pasa nada , yo lo aguanto”. Insistieron: “No tienes que aguantarlo, venga, te ayudamos”. Con bastante desgana Valentina finalmente aceptó irse. Le costó recoger la tienda, y subir. Las piedras la llevaban hacia arriba de una montaña. Con esa tormenta , y fuerte viento le costaba mucho a Valentina avanzar. Pero las piedras no paraban de animarla. Entraron entre las nueves que estaban muy espesas. Sin ver nada se sentía que el ruido de la tormenta se alejaba. Paso a paso Valentina se daba cuenta que siente calor del sol. En un momento dado salió desde dentro de las nubes. Vio un paisaje espectacular de las montañas altas, sintió el frescor del aire limpio y la luz del Sol. Cerró los ojos para disfrutar de esa calma. Las piedras le dijeron: “Recuerda, no tienes que aguantar las tormentas de otros. No es tu camino. Cada uno toma las decisiones, y tiene sus lecciones por aprender. Pero esa tormenta no era tuya”. En ese momento vino la energía de un gran Águila. Valentina oyó su voz “ Te ayudaré ver desde arriba para que puedas entender y discernir los que de verdad quieres, lo que de verdad te corresponde a ti y asi lo otro podrás dejar a tras. Pide a esas piedras y a mí ver más allá. Te vamos a guiar. Confía en nosotros y confía en ti. No te conformes con lo que te trae la vida. Sé una creadora activa. Créala tu vida desde mi perspectiva.