El Ágata de Botswana transmite y refuerza la protección y la seguridad, dondequiera que llevemos o coloquemos la piedra. Con sus suaves colores, que revelas fusiones de tonos grises con diversos tonos rojos, rosa, y sus bellos diseños, que nos recuerdan a cavernas, conchas de caracol, triángulos cósmicos u ojos, esta piedra nos pone en contacto con imágenes del alma y procesos arquetípicos profundamente implantados en nosotros. En concreto, el ágata de Botswana salvaguarda lo nuevo, a saber, una nueva vida, algo nuevo que se origina, o que se desarrolla, por ejemplo, una nueva vida que se engendra en el seno materno; al ágata ampara al recién nacido, al bebe necesitado de de protección. Pero también aquellas ideas que hemos ido madurando y que queremos materializar, comoquiera que se han desarrollado en nosotros, necesitan protección, seguridad y cuidado, para que al oponérseles resistencia, ser puestas a prueba o desestimadas.
Asimismo, esta piedra nos protege en la practica en nuestra sexualidad y tiene un poder curativo respecto a aquellos sentimientos hirientes originados en la experiencias sexuales.
Según Manual de las piedras curativas, Ursula Klinger- Omenka
ISBN: 978-84-9777-476-5