Armageddon

Después de pedir permiso para abrir canal de comunicación vi a T. en un tubo traslúcido muy estrecho. Fuera rugía un tornado. Llovía a cantaros. Las nubes estaban muy negras y parecían tocar la Tierra. Como en las películas, los coches y árboles estaban volando a causa del viento muy, muy fuerte. T. estaba de pie porque en el tubo no había casi espacio libre. Se oyó la voz de Jaspe Rojo que se presentó como un hombre joven con la cara burlona. Dijo con la sonrisita: “ No es para tanto, no crees?” T. le miró sorprendida. Parecía que la rodeaba Armageddon y él le decía “no es para tanto”?. Miró otra vez a su alrededor. Destrucción total. Jaspe Rojo subió las cejas y se acercó a ella preguntando: “Pero… de verdad crees que te rodea un huracán? Aquí? ¿Ahora? De verdad crees que es real?” T. empezó a dudar. Quizás Jaspe Rojo tuviera razón? Todo parecía un poco demasiado dramático. El mineral siguió: “ Y si solo te da miedo salir de aquí? ¡Sé sincera contigo misma, por favor! Aquí te sientes muy agobiada. La opresión es casi palpable. Piensa por qué no sales?” T. después de un largo silencio dijo con una voz muy baja: “Porque tengo miedo.” “De qué tienes miedo” insistió Jaspe “De estar sola” respondió Teresa con la voz casi inaudible. Jaspe Rojo la abrazó. Su actitud cambió. Era muy suave y cariñoso. Finalmente mirándole a los ojos dijo: “ Y no te das cuenta de que aquí, ya estás sola.” T. miró alrededor, sabía de Jaspe Rojo tenía razón. Asintió diciendo: “Cómo puedo abrir ese tubo? No veo ninguna puerta ni agujero.” La piedra susurró a su oído: “Con la fuerza de tu voz.” T. cerró los ojos. Sintió la energía de Jaspe Rojo en su garganta. Sintió como la llenaba de fuerza para que expresara lo que sentía de verdad. Abrió los ojos. El tubo ya no existía. La rodeaba un precioso prado lleno de flores y zumbido suave de los insectos. Nada del viento huracanado. T. tenía ganas de llorar dijo: “He perdido tanto tiempo.” El Jaspe Rojo movió la cabeza expresando que no estaba de acuerdo con ella y dijo: “No has podido llegar aquí antes! Todo tiene su momento y ritmo perfecto!!” Su energía se colocó en el bajo vientre de Teresa llenándola con la energía de pasión por la vida. Ella miró al Jaspe preguntando: “Pues, finalmente no hace falta que vaya a ninguna parte? Todo está tan bonito aquí.” Se sentó en la Tierra. La energía de Sodalita recorrió el mismo camino que la del Jaspe. Primero se colocó en la garganta diciendo: “A la fuerza del Jaspe Rojo yo añado la suavidad porque hace falta expresar siempre nuestra verdad pero es imprescindible hacerlo con mucho amor”. Luego se puso también en su bajo vientre y añadió: “ Te das cuenta de que el rojo y el azul juntos crean el violeta? El color alquímico, el color de sanación y transmutación. Vive de acuerdo de tu color, con la fuerza del rojo y templanza del azul creando nuevo color.” T. se tumbó en la tierra. Estaba feliz y tranquila. Sabía que estaba donde tenía que estar. Solo le hacía falta encontrar la fuerza de su voz para expresar su verdad y la alquimia de su cuerpo para sentirse parte de un todo.

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