Jugar o no jugar

Imagen

dav

Después de pedir permiso para abrir el canal de comunicación vi a J. sentada en una silla, con los ojos tapados por una cinta. Sus amigos estaban detrás de ella. Eso parecía un tipo de juego pero yo no lo reconocía. La energía de Sodalita se acercó, puso la mano en su hombro y susurró: “¿Por qué juegas, si no te apetece?” J. quitó la cinta de los ojos y le miró. Su mirada era muy intensa, parecía enfadada. Tenía ganas de decirle que no tenía razón porque le encantaba el juego pero no era la verdad. Por eso solo dijo: “Todos juegan. No tengo solución, tengo que jugar también.” Sodalita propuso: “¿Y qué pasaría si crearas tus propias reglas del juego?” J. movió la cabeza mostrando su desaprobación: “Pocas cosas dependen de mi.” Parecía como si ya se hubiera rendido. Dentro de ella todavía había una chispa pero eran más bien la chispa de la rabia por haber perdido la partida de ese ilusorio juego que le parecía que estaba jugando. Sodalita le ayudó a levantarse y empezaron a caminar juntos. Abrazada por la energía de Sodalita J. escuchaba sus palabras: “Muchas veces os perece a los humanos que poco depende de nosotros. Y quizás tengáis la razón. Porque esperáis cambiar las circunstancias que os rodean y a menudo las circunstancias no puedes cambiar. Si estás en casa, estás rodeada por tus familiares. Si estás en la escuela por tus amigos. No los puedes cambiar. Pero lo que si depende de ti y en lo que tienes la libertad absoluta es la forma de reaccionar frente a las circunstancias. Mira, insistes en que no tienes la libertad. Pero mira, puedes andar ahora,¿ verdad? Imagina a un árbol. ¿Crees que no es libre al tener raíces y no poder moverse?” J. nunca se había hecho una repregunta así. Un majestuoso roble le parecía el Rey del bosque. Pero era verdad, no se podía desplazar. Sodalita continuó: “Todo depende de cómo interpretarás tus circunstancias. Por ahora quiero conectarte con los arboles para que sientas la paz que se experimenta aceptando las condiciones que trae la vida y al mismo tiempo la felicidad que sale de la certeza que eres la Reina de tu propio bosque.” Percibí las energías de varios árboles. Al final sentí las secuoyas con sus anchos y altos troncos. Sodalita reanudó su discurso: “Dentro de ti hay una niña. Estará en tu interior siempre. Tu edad no importa. Tienes que cuidarla. Permítete llevar su inocencia dentro de ti. Incluso cuando tengas 100 años. Necesitas su alegría para afrontar las circunstancias que parecen serias. Ríete de los juegos que no te gustan. Da espalda a los jugadores y vete al bosque de tu alma.” Vi a J. debajo de la gran secuoya. Se convirtió en un hada. Con las alas empezó a volar a gran velocidad entre los gigantescos troncos. Ese era su mundo. Se sentía libre y feliz. Sintió la energía de Ágata Negra. Era como la brillante sombra negra que jugada con ella al escondite. Poco a poco se hizo de noche. Se acercaron al borde del bosque y de lejos vieron las luces de un pequeño pueblo. Allí J. paró sin saber qué hacer. Ágata le dijo: “Hay hadas que viven entre los humanos. No siempre es fácil. A veces se sientan tan raras que intentan a toda costa olvidar quien son. Pero no puedes dar la espalda a tu verdadero ser. Eso siempre te hará infeliz y te llenará de rabia. Pero si no olvides quien eres podrás vivir plenamente entre las personas. Solo es necesario que crees tus normas del juego al unísono con el latido de tu corazón de hada. Siente tu bosque y disfruta de la divertida vida ente los humanos.” J. miraba el pueblo. Cuando dio primer paso hacia él, desaparecieron sus alas y ella se hizo más grande. Pero sus pasos eran firmes. Se acercaba al pueblo sabiendo que nunca más participaría en los juegos que no le gustaban.

Maestro

Imagen

dav

Después de pedir permiso para abrir el canal de comunicación vi a J. en el bosque sentado al lado de una pequeña hoguera. Sentía que hacía un descanso después de un trabajo duro pero muy satisfactorio. Parecía que estaba encima de una colina. Delante de él se veía un paisaje muy bonito bañado por la luz del sol. A su lado apareció la energía de Sodalita que en ese momento tenía la forma de un hombre. Tal como J. estaba contemplando el paisaje. En un momento dijo: “Bueno ¿y ahora qué? ¿Te parece que el trabajo ya ha terminado?” J. miró sorprendido a la energía de la piedra. Si efectivamente le parecía que el trabajo ya había terminado. La piedra continuó: “Un trabajo ya ha finalizado. Tienes razón. Mereces un descanso. Pero no es el fin. Ahora te esperan nuevos retos, nuevos desafíos.” La energía del mineral se situó en su plexo solar. El rayo del azul índigo empezó a proyectarse fuera. J. extendió sus manos y encima de ellas apareció un libro. Antiguo, con una preciosa tapa de cuero. Sus hojas parecían de pergamino y estaba lleno de maravillosos dibujos. J. no entendía bien de qué se trataba. Sodalita susurró a su oído: “No tienes que aprender nada más. Ya tienes toda la sabiduría necesaria para ejercer como maestro. Pero te frenan tus propios miedos e inseguridades. Has caminado mucho y has aprendido de tus experiencias. Ahora toca compartirlo con otros. Por un lado lo quieres pero por el otro no confías en ti mismo. ” J. levantó la vista. Se dio cuenta de que estaba rodeado de varios elementales que le miraban esperando que empezara a contarles las historias. Le invadieron las dudas. No quería que otros pensaran que era mejor que ellos. Tenía dudas de compartir lo que sabía porque le parecía que de esa manera se convertiría en una persona soberbia que miraba a la gente desde arriba sintiéndose. Sodalita puso la mano en su hombro: “Lo que sientes en este momento es lo que tienes que vencer para avanzar. Es tu propio demonio. Yo te diré que veo en ti. Veo a un sabio maestro que entiende que no enseña nada. Sabe que lo único que hace es despertar la sabiduría dentro de la gente que le rodea. Eres el sabio que entiende que es solo una herramienta que hace posible que la gente recuerde su propia sabiduría y encuentre su potencial. Pero ese Maestro Interior tuyo todavía está tapado por tus inseguridades.” J. dijo en voz baja: “No quiero perder lo que tengo. No quiero encerrarme en una aula.” La piedra resopló: “Lo ves? Justo ese tipo de pensamientos te frena. Aquí donde estás, entre tus árboles, puedes crear la academia de la vida. Puedes ejercer de maestro justo aquí.”
A J. le rodeó la energía de Cuarzo Rosa. Estaba vibrando en su cuerpo físico, en cada célula, y también en su aura rodeándolo de una esfera rosada. En su interior sintió el mensaje de la piedra. “Te ayudaré a ver la verdad de ti mismo. Las grandes batallas pasan dentro de nosotros mismos porque no hay adversario más listo y astuto que nuestro ego. Irradiaré la luz de la verdad y el equilibrio alrededor de ti para que veas tu maestría. Los otros ya la ven y acuden a ti. Ahora toca que tú mismo creerás en el Maestro que llevas dentro.”

Armageddon

Imagen

Después de pedir permiso para abrir canal de comunicación vi a T. en un tubo traslúcido muy estrecho. Fuera rugía un tornado. Llovía a cantaros. Las nubes estaban muy negras y parecían tocar la Tierra. Como en las películas, los coches y árboles estaban volando a causa del viento muy, muy fuerte. T. estaba de pie porque en el tubo no había casi espacio libre. Se oyó la voz de Jaspe Rojo que se presentó como un hombre joven con la cara burlona. Dijo con la sonrisita: “ No es para tanto, no crees?” T. le miró sorprendida. Parecía que la rodeaba Armageddon y él le decía “no es para tanto”?. Miró otra vez a su alrededor. Destrucción total. Jaspe Rojo subió las cejas y se acercó a ella preguntando: “Pero… de verdad crees que te rodea un huracán? Aquí? ¿Ahora? De verdad crees que es real?” T. empezó a dudar. Quizás Jaspe Rojo tuviera razón? Todo parecía un poco demasiado dramático. El mineral siguió: “ Y si solo te da miedo salir de aquí? ¡Sé sincera contigo misma, por favor! Aquí te sientes muy agobiada. La opresión es casi palpable. Piensa por qué no sales?” T. después de un largo silencio dijo con una voz muy baja: “Porque tengo miedo.” “De qué tienes miedo” insistió Jaspe “De estar sola” respondió Teresa con la voz casi inaudible. Jaspe Rojo la abrazó. Su actitud cambió. Era muy suave y cariñoso. Finalmente mirándole a los ojos dijo: “ Y no te das cuenta de que aquí, ya estás sola.” T. miró alrededor, sabía de Jaspe Rojo tenía razón. Asintió diciendo: “Cómo puedo abrir ese tubo? No veo ninguna puerta ni agujero.” La piedra susurró a su oído: “Con la fuerza de tu voz.” T. cerró los ojos. Sintió la energía de Jaspe Rojo en su garganta. Sintió como la llenaba de fuerza para que expresara lo que sentía de verdad. Abrió los ojos. El tubo ya no existía. La rodeaba un precioso prado lleno de flores y zumbido suave de los insectos. Nada del viento huracanado. T. tenía ganas de llorar dijo: “He perdido tanto tiempo.” El Jaspe Rojo movió la cabeza expresando que no estaba de acuerdo con ella y dijo: “No has podido llegar aquí antes! Todo tiene su momento y ritmo perfecto!!” Su energía se colocó en el bajo vientre de Teresa llenándola con la energía de pasión por la vida. Ella miró al Jaspe preguntando: “Pues, finalmente no hace falta que vaya a ninguna parte? Todo está tan bonito aquí.” Se sentó en la Tierra. La energía de Sodalita recorrió el mismo camino que la del Jaspe. Primero se colocó en la garganta diciendo: “A la fuerza del Jaspe Rojo yo añado la suavidad porque hace falta expresar siempre nuestra verdad pero es imprescindible hacerlo con mucho amor”. Luego se puso también en su bajo vientre y añadió: “ Te das cuenta de que el rojo y el azul juntos crean el violeta? El color alquímico, el color de sanación y transmutación. Vive de acuerdo de tu color, con la fuerza del rojo y templanza del azul creando nuevo color.” T. se tumbó en la tierra. Estaba feliz y tranquila. Sabía que estaba donde tenía que estar. Solo le hacía falta encontrar la fuerza de su voz para expresar su verdad y la alquimia de su cuerpo para sentirse parte de un todo.

Magia

Imagen

Después de pedir permiso para abrir el canal de comunicación vi a M.  cuidando flores en un jardín. Todo estaba precioso y lleno de colores. Con mucho cuidado estaba cortando ramas de un rosal para que salieran más flores. Sentí que M. trataba con esmero y dedicación no solamente su precioso jardín. Me pareció que con el mismo cuidado y cariño intentaba relacionarse con la gente, tanto con sus amigos como con los desconocidos. Se sentó en un banco para descansar y cerró los ojos para poder percibir mejor la paz que gobernaba en el jardín. La paz creada por ella misma. Se activó la energía del Cuarzo Verde. Como por arte de magia empecé a ver las hadas que rodeaban a M. Ella seguía con los ojos cerrados por eso no pudo verlas. Cuarzo Verde susurró a su oído: “Creas mucha magia alrededor de ti. Pero parece que no siempre la percibes tú misma.” La energía del Cuarzo se colocó en el corazón de M. La imagen cambió. Me pareció ver el espacio sagrado de su corazón y allí un precioso castillo de color verde. Ella como la reina abría las puertas para que pudieran entrar los elementales que venían a verla. M. dijo: “No estoy segura si eso me gusta. Creo que soy demasiado mayorcita para creer en los cuentos de Hadas.” Cuarzo Verde le respondió: “La magia no tiene edad. Se la siente en el corazón y tú tienes el corazón lleno de magia. Lo que quiero mostrarte es otro aspecto de lo que haces. Actúas desde tu corazón mágico creando resultados mágicos. Te invito a que des un paso más allá y reconozcas que tú misma eres la magia.” La Mónica que estaba sentada en el banco abrió los ojos. Delante de ella estaba una preciosa mujer con el vestido de color de Sodalita. Entendí que era la energía de la piedra la que se presentaba de esa manera. En las manos tenía una diadema que en medio llevaba una Sodalita. La puso en la cabeza de M. con esas palabras: “La energía de Sodalita clarificará tu visión. Si lo deseas, podrás con la mente tranquila, ver lo que a mucha gente inquieta. Podrás ver lo que está detrás del velo. Lo que tú creas de verdad. Podrás ver la magia que reina en tu vida.”

Si deseas conocer el mensaje de algún mineral y recibir su sanación, escríbeme!

Estar en el presente.

Imagen

Después de pedir permiso para abrir canal de comunicación entre Marcos y su colgante me pareció verlo escalando. La pared de la montaña era casi vertical. Pero a pesar de las dificultades Marcos se sentía seguro. Sabia que tanto por encima de él como por debajo había gente que sostenía las cuerdas. A demás entre las rocas encontraba clavados las piezas plateadas, muy brillantes, que le ayudaban a subir. Pues aunque suponía esfuerzo, Marcos subía contento. Pero poco a poco se daba cuanta de lo alto que tenia que estar. No veía el pico de la montaña. Con cada movimiento arriba el miedo, poco a poco se apoderaba de él. Repetia a sus adentros que estaba bien acompañado pero su cuerpo se hacia cada vez más rígido. Oí la voz de Sodalita que con mucha dulzura propuso: “ Marcos, mira abajo! Mira, cuanto camino ya has hecho. Tienes que verlo para dar a tu esfuerzo el valor que merece.” Pero Marcos no quiso hacerlo. Pensó que si mirara abajo seguramente caería o no podría subir más por el miedo. Le abrazó la preciosa energía de Sodalita dándole toda fuerza necesaria para mirar atrás. Marcos cogió aire y miró. Como con arte de magia la orientación cambió 90 grados. Marcos se sorprendió mucho. De repente no miraba abajo, miraba atrás como si fuera un camino horizontal. Dijo a Sodalita: “ No sabia que es tan fácil hacerlo. Mira cuanto camino he hecho! Parece pan comido, un camino recto y agradable. Y solo yo sé cuanto me ha costado.” Miró a delante. El cambio de perspectiva era tan brusco que le quitó el aliento. Otra vez estaba pegado a la montaña vertical. Le fallaron las piernas y se agarró en ultimo momento para no caerse. Su corazón latía a cien. Sodalita le susurró: “Mira! Todo es relativo. Si miras detrás de ti o abajo, lo mires como lo mires, está tu pasado. El camino que ya has hecho. Que de esta perspectiva si te atreves mirarlo puede parecer incluso fácil. Delante de ti o arriba está tu futuro. Ni lo puedes ver entre las tinieblas solo poco a poco puedes ir adelante, subir confiando en la ayuda de tus guías y tus propias habilidades. Pero lo que realmente existe, lo único que es real, es el presente. Yo te invito y te facilito centrarse en el presente que no es ni vertical ni horizontal. Es un punto. Una esfera que si te centras en mi energía, conseguirás a ver como un vehículo. Este vehículo se puede mover en cualquiera dirección que te apetezca. Si conectas con tu presente, con Aquí y Ahora, te sentirás libre de manera que hasta ahora no has experimentado. Podrás moverte en las lineas de tiempo espacio sin perderte nunca. Porque siempre sabrás que es realmente real.” Marcos imaginó una esfera de Sodalita de color azul oscuro. Se sintió seguro y fuerte. En ese momento se activó la energía de Angelita. Le dijo: “Ahora cuando ya estás conectado con tu presente yo te seré como una brújula. Te mostraré las direcciones. Te mostraré tu norte para que puedas emprender el viaje hacia tus orígenes. Hacia tu inocencia.”
Parecía que Marcos olvidó el esfuerzo de subir la montaña. Ahora era un aventurero intrépido. En su nave de Sodalita y su brújula mágica de Angelita estaba preparado para empezar un nuevo camino. Un camino que no era ni vertical ni horizontal. Un camino que le llenaba de alegría y la sensación de libertar infinita.

Espiral de la Vida

Imagen

Después de pedir permiso para abrir canal de comunicación vi a Asun en los tiempos de Segunda Guerra Mundial, en Londres. Estaba sentada en un banco mirando la ciudad. Sabía que el hombre al que quería mucho, se había ido a la guerra. Y ella, en ese momento estaba muy inquieta porque le parecía que no le había dicho que le quería y eso la angustiaba mucho. La imagen cambió. La vi otra vez en esa vida, por la noche, mirando el cielo tan oscuro como la Sodalita. Fue la noche cuando murió durante un bombardeo. Pero su dolor la atrapó. Una parte de Asun de ahora, seguía atrapada en esa noche, en las ruinas de su ciudad. La veía como a un fantasma que estaba mirando la casa derrumbada sintiendo profundamente que eso era su vida. Su vida eran esas ruinas. Dio espalda a la luz y se quedó allí.
Me pareció sentir el alma de Asun como a un ser de luz que recogía todas de sus experiencias y formas. La veía como si fuera un enorme ser etérico con una antorcha encendida a la altura del pecho. Estaba dispuesto a esperar lo que fuera, eones del tiempo, para recoger todos sus trozos perdido o atrapados por las historias de algunas encarnaciones. La energía de Cornalina y Sodalita empezaron a crear una enorme espiral. Vi a los ángeles de color naranja, que vinieron a los escombros de Londres de esa noche de la Segunda Guerra Mundial y buscaron a Asun de entonces. Pensé que era la enfermera porque otra parte de ella misma acudió para sanarse. Se decía al oído: “Sabes bien que para que la herida se cure hace falta abrirla, limpiar y dejar que se seque y cicatrice. Mira!” En ese momento vino el alma del hombre que amaba. La abrazó y le dijo que todo era perfecto. Que sabía perfectamente que le había amado. Que nunca necesitaba sus palabras porque sentía su amor con todas las caricias que le hacía, con su mirada, con su tono de voz. Se abrazaron y entonces ese trocito del alma de Asun emprendió por fin el viaje hacia el corazón de su alma. El camino formaba esa espiral hecha por Cornalina y Sodalita. Había otros “fractales” de Asun en ese camino. Como si esa sanación actuó no solo en esa línea del tiempo sino en todas en las que “no decir”, o mejor dicho “no expresar el amor con palabras” le causó mucho dolor. Su propia alma le dijo: “Las palabras son muy importantes pero puedes expresar tu amor sin ellas. Y lo sabes hacer muy bien. Pero te pones muchas exigencias. Te parece que para que la gente te entienda tienes que encontrar las palabras adecuadas. No es verdad! Los que de verdad te quieren, te entienden digas lo que digas. Incluso aunque no digas nada. Y los otros, no te entenderán aunque utilices mil palabras. Ama tu propio silencio! Acepta tu noche estrellada! Tu noche no esconde las ruinas. Tu noche hace posible brillar las estrellas. El calor de tu corazón calienta a otros sin necesidad de decir nada. Quiérete tal como eres! Muévete en espiral de la vida guiada por la entorcha de tu corazón y acompañada por la suavidad de tu noche!”
………………………………………..
Si deseas que vaya en busca de los minerales que resuenan con tus necesidades o te apetece conocer el mensaje de alguna piedra, escríbeme. Personalizarle las piedras y/o hacer una comunicación puede ser también un bonito regalo para algún ser querido.

Latido de tu corazón

Que el latido de tu corazón marca el ritmo de la música de tu alma y que se exprese en el sonido de tus palabras! Ese el el mensaje de ese colgante de Sodalita y Calcedonia Azul.

Sodalita
Fomenta el pensamiento racional, la objetividad, la verdad y la percepción intuitiva, junto con la verbalización de los sentimientos. De esta manera une la lógica con la intuición y aporta equilibrio emocional. Estimula la glándula pineal y el tercer ojo y abre la percepción espiritual. Infunde un deseo de verdad y un impulso idealista, posibilitando que seas fiel a ti mismo y defiendas tus creencias. Potencia la autoestima, la autoaceptación y la confianza en uno mismo.
Calcedonia Azul
Es una piedra que inspira y despierta nuestra creatividad. Abre la mente para asimilar nuevas ideas y ayuda a aceptar nuevas situaciones. Imparte flexibilidad mental y destreza verbal, potenciando la capacidad de escucha y comunicación. Estimula la capacidad de aprender otros idiomas y mejora la memoria. Absorbe las energías negativas y transmite suerte y buenas vibraciones. Potencia el sistema inmunitario. Sana los pulmones y limpia el sistema respiratorio de los efectos del tabaco.
…………………………………………………….
si deseas que te busque los minerales que corespondan a tus necesidades o quieres saber cual es el mensaje de tus piedras, escribeme.
#piedrasquehablanysanan
#tesorosdelatierra

Todo es verdad y al mismo tiempo todo es mentira

Comparto con vosotros una de las primeras comunicaciones de este año. Me hizo pensar bastante….

Al pedir presencia del Yo superior de N., la vi enfrente de mí. Su vestido era como de otra época, llevaba el pelo largo también. Tenía los ojos cerrados. Cuando pedí que las piedras le aportaran lo que necesitaba para expresar libremente su propia luz, de repente, empezó a caer. Como si se hubiera abierto un agujero oscuro debajo de sus pies. Caía a gran velocidad pero estaba muy tranquila, seguía con los ojos cerrados, su vestido y pelo bailaban con el viento. Vi las manos luminosas y largas que consiguieron cogerla y subir a la superficie. Eran las energías de Angelita y Sugilita. Las dos energías se miraron una a otra y Sugilita preguntó: “Por qué lo hiciste?” Y N. respondió: “Porque me he rendido. Ha llegado el tiempo de rendirse.” Otra vez Angelita y Sugilita se miraron como si buscaran las palabras adecuadas para seguir esa conversación. Sugilita insistió: “Vale, pero por qué con los ojos cerrados?” Y N. respondió: “Porque confío.” Sugilita después de una pausa dijo: “Todo lo que piensas es verdad y al mismo tiempo todo lo que crees es mentira.” Pensé que Sugilita era muy dura con N. porque a fin de cuantas rendirse y confiar es justo lo que deberíamos hacer. Y Sugilita me respondió: “A gran parte de los seres humanos os cuesta ver la totalidad de la vida. Cerráis los ojos, y caéis por inercia a un agujero como si eso fuera la vida entera. Y es solo un agujero nada más. Para rendirse a la vida, hace falta verla, hace falta sentirla. No lo puedes hacer con los ojos cerrados. Como si el camino no dependía de ti. Para expresar la confianza hace falta andar, no caer.” N. ya tenía los ojos abiertos y miraba atentamente a la Sugilita que le dio ese mensaje: “Siempre cuanto me sostengas en las manos te conectaré con la vida. La vida real, la vida que podrás palpar y saborea. Rinde el homenaje a la vida! La vida que es tu madre. Para ser madre honra a todas las madres de tu linaje. Cógeme y repite: Honro a todas las madres de mi linaje y honro a la madre Tierra que me sostiene!”
Me pareció ver como si desde cada una de las células del cuerpo de N. hubiera salido un cordoncito. La rodearon los elementales, como unas pequeñas hadas. Ellas hilaban ese cordoncito de color de Sugilita y lo sujetaban en la Tierra. N. se sentía cada vez más segura, más feliz, más femenina.
En ese momento sentí la energía de la Angelita, que sobre todo se situó en su garganta. Tan como Sugilita había conectado a N. con la Tierra, Angelita la conectaba con el elemento Aire. N. sintió una abertura en el cuello. Cogió aire. Se sintió renovada, con ganas y conciencia para empezar nuevos caminos. Se hizo muy presente elemento aire. Incluso a través de Angelita empezó a vibrar el símbolo de Reiki de las Hadas que pertenece a ese elemento. Elemento que le ayudará a crear puentes, a expresar su verdad, a encontrar su sonido y a escuchar a sí misma.

La aventura empieza!

Hoy comparto con vosotros la comunicación entre V. y el colgante de Sodalita, Cornalina y Ágata musgo.
Después de pedir permiso para abrir el canal de comunicación, vi a V. sentada en una piedra grande, en plena noche, en el bosque. Hacia luna llena por eso aunque estaba de noche había bastante luz. V. estaba esperando algo o a alguien. Sentí la presencia de dos animales que estaban escondidos entre los árboles. Cuando me centré en ellos vi un ciervo blanco y un oso. Eran de luz blanca como los Patronus de Harry Potter ;-). Estaban discutiendo a quién necesitaba V. y cuál de los dos debería salir desde entre los árboles. Finalmente salieron los dos pero seguían discutiendo un poco pasando de ella aunque vinieron justo para acompañarla. Finalmente le preguntaron quien quería que se quedara porque no llegaban a ninguna conclusión. Ella los miró y se dio cuenta que no tenía ni idea cual debería quedarse. Se activó la energía de Sodalita, y a través de ella V. conectó con la Diosa de justicia y la verdad de Antiguo Egipto, Maat. Le puso a V. su sello en el tercer ojo para que pudiera discernir bien que necesitaba. V. miró otra vez a los animales y les dijo que no estaba esperando ni a uno ni a otro pero que les agradecería su presencia y si querían les invitabas a que se quedaran con ella. Añadió alegre: “La aventura empieza!” Y bajó de la piedra para ir a vivir aventuras. Pero en ese momento la paró la energía de Cornalina y le dijo: “No necesitas demostrar nada al mundo. Parece que emprendes el viaje solo para mostrar que vales la pena. Pero no es necesario que lo hagas. Estás muy bien preparada para gestar nueva vida ahora, aquí. Has hecho gran trabajo. Ahora eres tú quien tiene que creer en ti. Es el momento de crear nueva vida, nuevo hogar”. La energía de Cornalina se condensó en su barriga llenándola con luz naranja, con el cálido abrazo del sol.
La sanación que hizo Ágata Musgo fue más enigmática. Se situó en los brazos de V. y despejando su espalda de todo el peso acumulado durante esta vida y las otras vidas. Me pareció que Ágata Musgo dijo a mi porque estaba preocupada como describir correctamente su función: “ Dile a V. que respire hondo! Que levante la cabeza con la valentía y orgullo! Que abre los brazos a recibir, sin miedo porque yo la apoyaré! Soy su guardaespaldas que hace posible que su corazón se expande.”
V. sonrió. Miró a su ciervo y oso que seguían discutiendo pero al mismo tiempo se sentina que la querían muchísimo y si hacía falta harían todo por ella.
Respiró hondo y empezó a caminar tranquila como si ya no era necesario buscar las aventuras porque la vida misma se convirtió en una aventura constante.
…………………………………….
Si te apetece que te busque los minerales que respondan a tus necesidades en ese momento o te apetece hacer una comunicación con algún mineral, escríbeme.

Entiende tu fuego interior

colgante de sodalita y cornalina


Después de pedir permiso para abrir el canal de comunicación sentí a Sandra (nombre inventado) como si fuera un volcán. Un volcán a punto de explotar. Y no era la explosión a causa de la rabia o enfado. Era la explosión de energía, de fuerza creativa, del poder. Pero de todos modos se presentía la explosión que iba a arrasar todo lo que le encontraría en su camino. La energía de Cornalina preguntó a Sandra que tipo de volcán era. Y Sandra un poco impacienta le respondió que daba igual. Ella era un volcán y punto. Cornalina insistió: “Ya lo veo que eres un volcán pero hay volcanes explosivos que primero destruyen y luego crean, y los como en Hawai cuya lava sale poco a poco. Y tú, que volcán eres?” Esa pregunta desconcertó a Sandra. Parecía que nunca antes se había planteado eso como si ser un volcán bastaba. Sodalita le dijo: “Sé pragmática”. Pero eso le gustó todavía menos a Sandra que le respondió que eso era aburrido y ella no era aburrida. Sodalita le respondió que no se trataba de ser o no ser aburrido. Era cuestión de conocerse a si mismo. Entenderse a si mismo. Solo así podría demostrar todo su potencial, toda la belleza que podía ofrecer al mundo. Parecía que poco a poco las piedras la convencían a Sandra. Entender ese fuego que llevaba dentro le ayudaría enfocarlo y vivirlo de manera más armoniosa. Cornalina continuó: “Sabes que el fuego que no entiendes te puede quemar a ti misma? Se puede convertir en el enfado, en la rabia, en la impaciencia. Pero el fuego interior que entiendes, puede ser una gran fuente de la creatividad, de trasmutación, de alegría y risa , en lugar de las lagrimas. Déjanos ayudarte en ese autoconocimiento. Al llevarnos contigo, como buenos amigos te vamos a aconsejar y a equilibrar. No queremos apagar tu fuego. Lo contrario queremos ayudarte a expresarlo. Te ayudaremos a crea no a destruir.