Historia de una piedra perdida

Prasiotrino

Cuando Antonio Velasco Fuentes a Àngels R Lukin me trajeron esta piedra , Àngels me dijo: “Te la quedas o la vendes muy cara”. Me la quedé . Desde el principio sentí que era una piedra más para mi uso personal que para trabajo. Pues me la llevé a casa. Pesaron unos días. Cuando quería hacer una meditación junto con ella no la pude encontrar. Pensé que no pasaba nada porque tenía que estar en casa. Como mis piedras aparecen y desaparecen , no me preocupé nada.
Pasaron unos días más. Era el sábado y queríamos con toda mi familia ir a Barcelona. Antes decidimos comer fuera y luego coger el tren. Al terminar la comida resultó que todavía teníamos una hora para el tren por eso volvinos a casa. Y qué paso por el camino a casa? Pues, de repente, entre los neumáticos de un coche aparcado a unos 20 metros de mi casa, entre las hojas secas vi que algo brillaba. Me acerqué. No pude creerlo! ERA MI PIEDRA!!!! Supongo que la había perdido llevándola a casa hacía unos dos semanas. Cómo sobrevivió en la calle sin romperse, y como guió a todos nosotros para que hubiera podido encontrarla no tenía ni idea pero la encontré. O mejor dicho ella encontró el camino a mí. GRACIAS!

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