
Este colgante ya lleva tiempo con Marga. Queréis
conocer el mensaje que tiene para ella esa preciosa Prehnita? Aquí la tenéis la
comunicación.
Después de pedir permiso para abrir canal de
comunicación me pareció ver mucha maleza. Veía las ramitas que se entrelazaban.
Tenían muchas espinas y creaban un muro que parecía muy difícil de traspasar.
Pero al intentarlo no resultó tan
complicado. Cuando observé mejor las plantas. Me di cuenta de que tenían
precioso color verdoso como la Prehnita. En ese momento sentí la energía de la
piedra. Me miró y un poco en tono de excusa porque las espinas me hacían un
poco de daño dijo: “Es que llevo con ella tanto tiempo y sé que necesita
sentirse segura. Por eso he creado esa protección espinosa. Pero ya sabes no es
exactamente lo mío.” Sabía que estaba hablando del Marga. Seguimos andando
entre las plantas entrelazadas hasta llegar a un claro del bosque donde vi a
una osa con dos oseznos. Era ella con sus hijos. Prehnita continuó mirando a la
osa: “Su gran reto es verse tal como es. Y es una mujer muy fuerte. No suele
actuar desde su fuerza interior. Crea protecciones externas y yo para decir la
verdad le he ayudado en eso. Pero a fin de cuentas eso, en lugar de hacerle
sentir más fuerte la ha hecho todavía
más insegura. No me necesita de esa manera. No necesita ningunas espinas.” Se
acercó a la osa que le miró con dulzura. Sentía que la conexión entre ellas era
muy amorosa desde hace tiempo pero que la piedra necesitaba actuar diferente de
lo que solía hacer hasta ese momento. La energía de Prehnita pidió permiso a
Marga de recoger su energía esparcida entre la maleza, desintegrar ese muro de
plantas espinosas y luego entrar en su corazón para darle fuerza desde su
interior. Nada más recibirlo Prehnita empezó a instalarse en su corazón. Marga
Osa cerró los ojos. Veía como empezó a hacerse cada vez más grande y fuerte. El
mineral sostenía creciente sensación de confianza y seguridad. Sentí que en ese
momento Marga podría enfrentarse a las adversidades de la vida sin tambalear.
Pero al mismo tiempo me parecía que quedaban las semillas de inseguridad dentro
de ella. Pregunté si era posible quitarlas todas. La Prehnita me respondió:
“No. Enfrentarse a su propia desvaloración forma parte de la aventura de su
vida. Pero míralas ahora. Son solo semillas. Tiene tiempo de encontrarlas y
sacarlas como malas hierbas antes de que nublen su vista. Estoy aquí para que
pueda verlas a tiempo, nada más comiencen de crecer. Y con su fuerza de Madre Osa
arrancarlas para que no crezcan. Marga tiene la preciosa energía y fuerza de
una Osa. Su
único enemigo posible es ella misma.”