Como tenemos luna llena , os describo una comunicación con las lunas. Seguimos conectando con nuestra esencia….
Era una comunicación muy suave y dulce. Al principio vi a Teresa (nombre inventado) como a una niña de seis años, más o menos, corriendo por un hermoso prado. De vez en cuando daba unas vueltas para mirarme y me hacia un gesto para que la siguiera. Las plantas eran muy altas , preciosas, con muchos colores. Finalmente llagamos a un sitio donde una coneja tenía los pequeños conejitos. Me sorprendí que no tenían miedo ni se escapaban. Era una imagen como del paraíso. Apareció Teresa, como ahora, y me pareció que esa niña era su alma, ese famoso niño interior que llevamos dentro y que nos conecta con nuestra esencia. Se sentaron una enfrente de la otra. La niña empezó y le dijo a Teresa mayor:” En ese espacio de conexión , bajo las dos lunas…” Y ella de mayor exclamó :” cómo que de dos lunas?” Miró arriba y por cierto, a parte del luminoso sol se veía dos lunas… La niña continuó:” sí , dos lunas es de donde vienes. En ese espacio te conecto con tu sabiduría, con tu luz interior que brilla en ti desde el principio de los tiempos.” Toda esa imagen era preciosa, con mucha paz y armonía. Me parece que las piedras tenían dos funciones. Primero anclaban a Teresa en esta encarnación , en aquí y ahora en la Madre Tierra. Y luego la conectaban con sus raíces. Con planeta de dos lunas.