Cada sesión de los Códigos de las frecuencias Turquesa y Zafiro me lleva de vuelta a Lemuria. Una isla que seguro que muchos de vosotros también recordáis.
“La Luna le susurraba a la Humanidad el recuerdo de aquella noche en Lemuria, cuando antes sumergirse en el olvido de la noche y las Aguas, una Humanidad guiada por el Amor cantaba con el propósito de no olvidar. Bajo la promesa del retorno las miradas se encontraban bajo la Luz de la Luna creando un memoria de Unidad.”
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