Soy la noche de tus encarnaciones

colgante de mookaita y labradorita

“Soy la noche de tus encarnaciones donde tu brillas con cada una de las estrellas que fuiste.” Ese es el mensaje de una de las piedras que veis en esa foto. Me parece precioso. Os apetece leer toda la comunicación? Aquí la tenéis enterita.

Después de pedir permiso para abrir canal de comunicación vi a Z. trabajando en una mina. Fui el minero. Muy a la antigua, con pala y pico hacía un túnel. Le percibía a Z. muy contenta e ilusionada. Estaba en busca de un tesoro que, con toda la seguridad, sentía dentro de la montaña en la cual estaba trabajando. Las tres energías de los minerales la observaban junto conmigo. Como si representaba una obra de teatro. Lo mirábamos, mejor dicho, como algún partido porque estábamos en las gradas, comiendo patatas fritas contemplando cómo se esforzaba. Me pareció curioso que los minerales no hacían nada para ayudarle. Les pregunté si de verdad hacía falta que Z. se esforzaraba tanto”. Me respondieron: “Es que no nos da permiso.” Y siguieron comiendo patatas. Me sorprendí mucho. ¿Cómo es que no les daba permiso? Es que había pedido el colgante y comunicación. Respondieron: “Si, pero le parece que el esfuerzo es necesario. Que sin el esfuerzo no se puede conseguir los tesoros. Por eso estamos aquí esperando que nos llame.” Una vez más pedí al Yo Superior de Z. el permiso y le pedí que si de verdad ese era su deseo que se abriera a las energías de los minerales. Al principio sentí la Amatista cuya energía se situó en su plexo solar. Allí, dentro del chacra del plexo solar está situado el Disco Solar Portal Agua. Somos 70% agua. Agua que fluye sin esfuerzo, que se adapta. Agua que recuerda todo. La energía de Amatista primero borró los condicionamientos que la unían a Z. a la idea que había que escorzarse para merecer la recompensa. Eran ideas, comentarios, situaciones y los recuerdos de esta y de otras vidas. Z. cerró los ojos. Sintió el flujo de sus propias aguas. La facilidad con la que se movía y su liquida belleza.
La Mookaita se activó en su campo electromagnético. La rodeó de su “sentido común”. Le dijo a Z.: “Es que piénsalo bien! No necesitas esforzarte. Estás rodeada de abundancia. Pues, si es así , no es lógico malgastar tu energía haciendo agujeros con pala y pico. Vibro en tu campo electromagnético. En las semillas de los pensamientos. Para que desde el sentido común eligieras el camino fácil. Y sobre todo que entendieras que el camino es fácil.
Labradorita se situó en el timo. Vi a Z. en un palacio mirando las pirámides. Ese es el mensaje de su Labradorita: “Eres una mujer sabia. Siempre lo fuiste. Te conecto con tu sabiduría. Soy como el telón para las energías de Amatista y Mookaita. Para que puedas entender los sucesos de la vida a través de tu gran sabiduría. Te conecto con tus vidas pasadas que son como las estrellas. Soy la noche de tus encarnaciones donde tu brillas con cada una de las estrellas que fuiste.”
Z. abrió los ojos .Ya no estaba en la mina. Estaba en un palacio. Su vestido era precioso. Se levantó y con paso lento fue a una sala grande. Todo era muy luminoso y dorado. En esa sala en medio estaba un gran cofre. Z. sabía que ese era su tesoro. Y que para conseguirlo era necesario solo abrir los ojos y ver la abundancia y plenitud que la rodeaba.

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