A
veces llegan a mis manos las piedras que no tengo ni idea que son.
Bueno, el vendedor suele darme el nombre pero muchas veces es evidente
que no es lo que me dice. Pero, de todas maneras, las cojo porque me
cautiva su belleza. Son raras y al mismo tiempo preciosas.
Hoy he leído esa frase de Bert Hellinger y pensé en todas esas raras piedras que he encontrado en mi vida.
“Cuida tu ‘rareza’ como la flor más preciada de tu árbol. Eres el sueño realizado de todos tus ancestros”.