Después de pedir permiso para abrir canal de comunicación me pareció ver a Ala como a un hada encima de una flor parecida a la Rosa Mística. El Cuarzo Verde hacia posible esa conexión con su esencia del hada. Parecía contenta contemplando desde la perspectiva de su flor el prado. De repente cayó de la flor hacia la tierra. Muy sorprendida miro su cuerpo de hada y se dio cuanto había engordado muchísimo. Ni se podía levantar por culpa de la barriguita que le había crecido. Hizo un intento de subir otra vez en la flor, pero no había manera. Estaba desorientada mirando su cuerpo cambiado sin saber qué hacer. Apareció una libélula. Ala Hada era más pequeña que ella. La libélula aterrizó al lado de Ala y preguntó: “Qué te ha pasado?”. Ala resopló y movió la cabeza pero no sabía que responder. Su libélula la miro muy intensamente y le dijo: “Es que te has comido muchas mentiras de otra gente. Los que te dicen que tienes que estar más terrestre porque estás volando demasiado.” Ala en ese momento se dio cuenta que era humana aunque al mismo tiempo era también un hada. Resopló otro vez y le respondió un poco desanimada a su libélula: “Es que vivo entre los humanos. Tengo que ser como ellos.” Me pareció que la libélula se ponía cada vez más enfadada. Dijo subiendo la voz: “Es que no te das cuenta que estás más conectada con la tierra que la mayoría de la gente que te rodea!!!! Cómo puedes escucharlos! Mira cómo has acabado! Aquí en el suelo sin poder ni moverte!!” Se activó la energía de Rodocrosita. Pidió a la libélula: “ Cálmate! Así no le ayudas. Eres su amiga. La energía que la puede guiar pero desde el corazón.” La energía de Rodocrosita se colocó en todo el pecho de Ala. Ala podía ver cono en una pantalla los comentarios de la gente sobre ella o sobre lo que ella hacia y detectar cuales la “hicieron engordar”. Y entonces decidir conscientemente si los hacia suyos y los dejaba pasar sin que la afectaran. Apareció también la energía de Cuarzo Citrino. Rodeó a Ala y a su libélula. Uniéndolas en una esfera dorada. La Libélula dejó de estar enfadada. Me pereció que representaba la fuerza de Ala y su sabiduría. Se enfadaba cuando Ala decidía seguir a los otros aunque no le resonaban sus ideas. Su libélula intentaba hacerla reaccionar. Pero entonces lo hacía desde la rabia no desde el amor, tal como le enseñaba la Rodocrosita.
Si la libélula no fuera un insecto que no tenía labios pensaría que estuviera sonriente y contenta en ese momento. Ama recibía la sanación de Rodocrosita que abría y limpiaba su corazón y de Cuarzo Citrino que la llenaba del polvo dorado de conexión con su libélula. Cuando ese proceso terminó Ala miró su cuerpo otra vez esbelto y sonrió también. Subió a su libélula que emprendió ágilmente el vuelo. Liberada del peso que no era suyo. Conectada con su esencia , Ala voló con su libélula.
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