A veces me parece que hay unas tendencias en las comunicaciones. Y este año ha empezado con una muy marcada. Vinieron personalmente o contactaron conmigo varias personas pidiendo la ayuda porque se sentían acosadas por unas personas concretas. Hoy y los próximos días os quiero comentar sus comunicaciones para que veáis de que manera nos pueden ayudar los minerales y otras energías amorosas para superar el reto de enfrentarse a la gente cual lo que nos manda no es precisamente el amor.
Primera de las sintonizaciones que quería contaros es de una mujer que no se sentía bien el trabajo a causa de la actitud de su jefe. La tensión que vivía trasmitía y descargaba en casa que no le parecía nada bien y por eso me pidió unas piedras. Hicimos un colgante de Cuarzo turmalinado parecido al que veis en la foto y pedimos la protección de las piedras. Era una comunicación muy bonita. Primero las piedras limpiaron su cuerpo físico y etérico de todo lo negro y denso enganchado, ayudándole a expresarse desde el corazón pero al mismo tiempo poniendo limites. También elevaban su consciencia para que pudiera ver sus circunstancias desde otra perspectiva. Y después pasó lo mágico. Vinieron las energías del oso y el lobo. La vi como si estuviera en la Alasca , en pleno invierno. Sentada al lado de una hoguera , calentándose y a su lado estaba… un gran oso pardo. Le daba, fuerza, seguridad y constancia. Les rodeaba , dando vueltas, a paso lento el precioso lobo vigilando para que no se acercara ningún peligro.
Primera de las sintonizaciones que quería contaros es de una mujer que no se sentía bien el trabajo a causa de la actitud de su jefe. La tensión que vivía trasmitía y descargaba en casa que no le parecía nada bien y por eso me pidió unas piedras. Hicimos un colgante de Cuarzo turmalinado parecido al que veis en la foto y pedimos la protección de las piedras. Era una comunicación muy bonita. Primero las piedras limpiaron su cuerpo físico y etérico de todo lo negro y denso enganchado, ayudándole a expresarse desde el corazón pero al mismo tiempo poniendo limites. También elevaban su consciencia para que pudiera ver sus circunstancias desde otra perspectiva. Y después pasó lo mágico. Vinieron las energías del oso y el lobo. La vi como si estuviera en la Alasca , en pleno invierno. Sentada al lado de una hoguera , calentándose y a su lado estaba… un gran oso pardo. Le daba, fuerza, seguridad y constancia. Les rodeaba , dando vueltas, a paso lento el precioso lobo vigilando para que no se acercara ningún peligro.