Hace unos días Laura me pidió hacer una comunicación con el mineral que yo no consocia que se llama Cintamani. Sentí que su relación con esa piedra traspasa su vida actual. Por eso le propuse que buscara entre los minerales que tenia, uno que le apetecía ser guardián de la energía etérica de Cintamani. Aquí tenéis el resultado.
Después de pedir permiso para abrir canal de comunicación me pareció ver dentro del obelisco un ser que parecía un elfo porque tenía las orejas alargadas pero también tenía las alas. Con los brazos cruzados y cara seria me miraba de reojo. Mi primera sensación era que estaba enfadado pero al preguntarle si era así me dijo que no. Seguí con las preguntas porque me intrigaba su presencia. Muchas veces veo la esencia de la piedra como a una persona o un ser de luz pero esa vez me parecía que ese ser era algo diferente. Pues, le pregunté porque le podía percibir en esa piedra. Su respuesta fue esa: “Si sigues el hilo de mi existencia verás que ya desde hace mucho tiempo está vinculada con ese mineral. Pero si continúas todavía más hacia la fuente de la existencia verás que somos dos energías diferentes. Lo que pasa es que en nuestro caminar nos hemos encontrado. Es como encontrar el hogar, el amigo y el vehículo en uno. He vivido otras vidas separado pero la verdad es que compartiendo la existencia con él me siento pleno y feliz.” Cambió de postura y se mostró más abierto hacia mí. Pregunté por Laura. Su intención era conectar con un mineral llamado Cintamani y le había propuesto yo vincular su energía etérica con el obelisco de Amatista. Vi la energía de Laura a nuestro lado. El elfo alado otra vez cruzó los brazos y puso esa cara seria como al principio. Le miré sorprendida y escuché su voz: “Es que no se da cuenta de gran potencial que tiene. Es como un lago profundo lleno de sabiduría. Pero ella lo tiene congelado. Toda su superficie está congelada y ella lo utiliza solo para patinar en su superficie. Y yo no tengo ni idea que hacer. Parece feliz. Parce que eso es suficiente para ella. Pero yo veo quien es. Y no sé qué hacer! No me enfado con ella. Más bien me enfado conmigo mismo que no encuentro la manera de llegar hacia ella.” Miré a Laura que le estaba escuchando y le dije: “Pero en este momento te está mirando. Te está escuchando. Quizás es el momento de que os conozcáis mejor.” El elfo miró a Laura y al comprobar que de verdad le prestaba atención, se alegró y se acercó a ella. Los vi cómo se sentaron en la hierba a la orilla de un lago. El elfo cogió las manos de Laura y se sintieron uno al otro. No necesitaron las palabras. De repente por encima de ellos empezó a bajar una energía de color verde muy intenso. Sabía que era la energía de la piedra con la que quería conectar Laura. Era como una esfera que se colocó por encima de sus cabezas llenando todo el espacio de la luz verde esmeralda. Era la energía de gran poder de sanación. Me pareció sentir una gran afinidad entre la esencia de Laura y la energía de la piedra. Creo que ella también lo reconoció pero al mismo tiempo sintió mucho dolor. Me pareció verla en una batalla, utilizando su energía verde para defenderse y también para luchar. La vi muy herida, tenía todo el brazo izquierdo quemado. Se estaba muriendo sintiendo un gran fracaso al no poder proteger lo que realmente amaba. Y un gran vacía de la persona que había jugado su vida y su integridad en vano. La esfera verde iluminaba esos recuerdos y permitía que Laura pudiera adentrarse en ellos. Pero ella se quedó como en el umbral. El elfo le susurró: “La piedra que te llama es para ti como para mí es mi Amatista. Es tu hogar, tu templo, tu santuario. Te ayudaré poco a poco entender tu conexión con ella y ver más allá de una existencia. Te mostraré que tu conexión con el rayo verde de la sanación, es la conexión contigo misma, con quien eres de verdad. Si actúas desde tu luz, desde tu sabiduría, pase lo que pase, reaccione como reaccione la gente, termine como termine tu vida, sigues pura y sigues invencible. Estoy contento de resguardar la energía de tu piedra. Estoy contento de llagar a tus manos. Estoy contento de poder compartir contigo lo que yo ya he aprendido y evolucionar juntos. Es solo el inicio de nuestra amistad.”