Todos somos Reinas y Reyes

Después de pedir permiso para abrir canal de comunicación vi a R. sentada en un trono. Era como un palacio medieval. Estaba seria, en el vestido de color verde esmeralda. Yo estaba abajo, honrándola y pidiendo que recibiera todo lo que necesitaba, de acuerdo con los deseos de tu alma. El ambiente era muy solemne. Yo me sentía muy a gusto viéndola como a una Reina. De repente me di cuenta que había otra R. Estaba a mi lado, sentada en una silla pequeñita de madera. Se inclinó a mí y mostrando la R.-Reina susurró: “Esa no soy yo.” Y como yo estaba segurísima que sí, pregunté: “Pero por qué no?”. Y R. de la silla de madera resopló diciendo: “Es ridículo. No lo ves? Esa no soy yo.” Se levantó y salió de la sala. Salí corriendo detrás de ella. Fue a un campo precioso lleno de flores. Pero nada más sentarse apareció el trono con la R.-Reina con la misma expresión de infinita calma y nobleza. R. se levantó y murmurando “no puede ser” y se fue hacia un bosque esperando que entre los arboles no apareciera un trono. Andaba por el bosque hasta llegar a una claro. Y allí , como no, estaba ya el trono con la R.- Reina. Con el aire de decepción y desanimo R. se acercó allí. Apareció la energía del Cuarzo Rosa y le trasmitió ese mensaje: “Estas luchando contra ti misma porque te parece que expresar tu poder es malo. Como si te daba vergüenza ser la Reina. Pero piensa que todos somos Reinas y Reyes en busca de aceptación de nuestro verdadero legado. No tiene nada que ver con la soberbia. No vives para complacer a otros. Vives para ser tu misma. Y esa parte tuya, de la gran nobleza, te pide que la aceptes. No luches contra ella porque esa lucha es contra ti misma y tu cuerpo no la aguanta. Mira la Reina!” R. la miró. La energía de Cuarzo Rosa la envolvió en el color rosa precioso y la hizo muy pequeñita. En ese momento R. la tenía en la mano como si fuera una estatua de 5 cm. La puso en su corazón y sintió un gran alivio. Cuarzo Rosa siguió: “No te pido que cambies. Te pido que te aceptes tal como eres. Con tu Reina en el corazón. Siente paz que te trasmite. Siente tu poder!”
En ese momento sentí también la energía de Amatista. Se colocó sobre todo en su plexo solar pero sentía su energía envolviéndola entera. Le dijo a R. : “te libero de los recuerdos que no te dejan aceptar tu grandeza. Trasmuto tus aguas para que sientas infinita paz en tu cuerpo integrando tus dones.” Al final su energía se manifestó en su garganta para que pudiera expresar libremente su verdad. Y sobre todo para que no se censurara a si misma.

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