La fuerza de la Osa

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Este colgante ya lleva tiempo con Marga. Queréis conocer el mensaje que tiene para ella esa preciosa Prehnita? Aquí la tenéis la comunicación.
Después de pedir permiso para abrir canal de comunicación me pareció ver mucha maleza. Veía las ramitas que se entrelazaban. Tenían muchas espinas y creaban un muro que parecía muy difícil de traspasar. Pero al intentarlo no resultó tan complicado. Cuando observé mejor las plantas. Me di cuenta de que tenían precioso color verdoso como la Prehnita. En ese momento sentí la energía de la piedra. Me miró y un poco en tono de excusa porque las espinas me hacían un poco de daño dijo: “Es que llevo con ella tanto tiempo y sé que necesita sentirse segura. Por eso he creado esa protección espinosa. Pero ya sabes no es exactamente lo mío.” Sabía que estaba hablando del Marga. Seguimos andando entre las plantas entrelazadas hasta llegar a un claro del bosque donde vi a una osa con dos oseznos. Era ella con sus hijos. Prehnita continuó mirando a la osa: “Su gran reto es verse tal como es. Y es una mujer muy fuerte. No suele actuar desde su fuerza interior. Crea protecciones externas y yo para decir la verdad le he ayudado en eso. Pero a fin de cuentas eso, en lugar de hacerle sentir más fuerte  la ha hecho todavía más insegura. No me necesita de esa manera. No necesita ningunas espinas.” Se acercó a la osa que le miró con dulzura. Sentía que la conexión entre ellas era muy amorosa desde hace tiempo pero que la piedra necesitaba actuar diferente de lo que solía hacer hasta ese momento. La energía de Prehnita pidió permiso a Marga de recoger su energía esparcida entre la maleza, desintegrar ese muro de plantas espinosas y luego entrar en su corazón para darle fuerza desde su interior. Nada más recibirlo Prehnita empezó a instalarse en su corazón. Marga Osa cerró los ojos. Veía como empezó a hacerse cada vez más grande y fuerte. El mineral sostenía creciente sensación de confianza y seguridad. Sentí que en ese momento Marga podría enfrentarse a las adversidades de la vida sin tambalear. Pero al mismo tiempo me parecía que quedaban las semillas de inseguridad dentro de ella. Pregunté si era posible quitarlas todas. La Prehnita me respondió: “No. Enfrentarse a su propia desvaloración forma parte de la aventura de su vida. Pero míralas ahora. Son solo semillas. Tiene tiempo de encontrarlas y sacarlas como malas hierbas antes de que nublen su vista. Estoy aquí para que pueda verlas a tiempo, nada más comiencen de crecer. Y con su fuerza de Madre Osa arrancarlas para que no crezcan. Marga tiene la preciosa energía y fuerza de una Osa. Su único enemigo posible es ella misma.”

Las fuerzas creadoras y la casa del pasado

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Después de pedir permiso para abrir canal de comunicación vi a Julia y sus seres queridos en un parque de atracciones. Justamente salían de la montaña rusa. A Júlia la veía muy animada y contenta. Con ganas de subir otra vez. En ese momento no pude conseguir avanzar la comunicación que me sorprendió porque la primera imagen vino al instante. Me di cuenta que había como otra imagen como de fondo. La Júlia delicada como un hada. Todo cambió. Vi a Júlia que sostenía dos imágenes suyas como si fueran dos pelotas. Una de esa bella y tranquila hada y otra que me parecía una guerrera vikinga. Empezó a hacer malabares con esas dos facetas suyas. Lo hacía cada vez más rápido hasta llegar a tanta velocidad que no la podía ver. Se creaba un escudo en movimiento que la tapaba. Se activó la energía del Ojo de Tigre. Se acercó a ella y puso la mano en su hombro. Le dijo: “Somos muy parecidos. Yo también conjugo dos energías, la del Sol y la de la Tierra. Te ayudo a que puedas expresar quien eres sin crear confusión. Primero tienes que rebajar la velocidad. Es lo que hace que no se te ve de verdad. Imagina que esas dos facetas tuyas no es lo que debes mostrar sino que son tus fuerzas desde las que debes crear. Deja de hacer malabares!” Vi a Júlia sentada con las manos ligeramente estiradas, con las palmas hacia arriba. Esas dos imágenes suyas flotaban por encima de ellas como dos esferas luminosas. Proyectaban la energía hacia las manos que la recibían y la dirigían a todas sus células. Todo el cuerpo de Júlia se nutría de esas dos energías suyas. Sentí calma y tranquilidad que la llenaba. Luego vi a Júlia rodeada  por el símbolo de Semilla de la Vida que todavía más reforzó la sensación del equilibrio y serenidad. En ese momento sus dos facetas en lugar de crear confusión la sostenían rodeándola con un aire de poderosa magia.
Me centré en la Piedra Sol que me parecía muy calladita. La imagen cambió. Me pareció ver a Júlia en una casa muy antigua, abandonada, llena de polvo. Todas las ventanas estaban cerradas y tapadas por eso todo estaba a oscuras. Júlia andaba por un pasillo sosteniendo en la mano una pequeña lamparista que simbolizaba la energía de Piedra Sol y miraba las antiguas fotografiaras que estaban colgadas en las paredes. Oí la voz del mineral que se dirigía a ella: “Esta casa es tu pasado. Necesitas poner más luz en ella. Mira el colgante. No por casualidad tiene esta forma.  Quien eres hora representa el Ojo de Tigre y Semilla de la vida. De allí  sale un pilar. Este pilar te puedo ayudar a sostener yo. Y es tu pasado. Soy luz del Sol. Abre las ventanas de la casa de tu pasado. Pon la luz dorada de amor incondicional y sabiduría. Limpia polvo de los viejos libros que guardan historias antiguas. Disfruta de lo que te pertenece. Esa casa es tu herencia. No la abandones porque te faltaran cimientos para crear tu casa de ahora.”

El Coro

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Después de pedir permiso para abrir canal de comunicación me pareció ver a Andréa en un gran auditorio. Formaba parte de un coro. La función estaba a punto de comenzar. La sala estaba llena. Andréa se sentía bien. Formaba parte de un grupo que la aceptaba y conocía bien. Sabía que su trabajo estaba valorado y ella lo valoraba. Pero al mismo tiempo sentía la presión a la altura de la garganta. La presión hacia el Cuarzo Rosa. La energía de la piedra empezó a limpiar la zona de la garganta y luego bajó hacia el timo, corazón, plexo solar, segundo chacra y al final chacra raíz. La sensación que tenía yo era como si quitaba las capas invisibles. Pero al terminar ese proceso la presión a la altura de la garganta no había disminuido. Me pareció que el Cuarzo Rosa esperaba que Andréa saliera de la sala. Pero ella no estaba dispuesta a hacerlo. La tensión en la garganta crecía. En ese momento se extendía incluso hasta el plexo solar. Sé de la experiencia que algunos Cuarzos Rosa son un poco tozudos. Pues, pregunté si la Rodonita podría ayudarnos. Oí su voz que gritaba desde lejos que nos esperaba fuera. No me quedó otra que dirigirme directamente al Cuarzo Rosa. Le pedí: “Mira a Andréa, por favor! No ves que está aquí muy bien. No sería mejor que adaptaras tu energía a lo que ella ahora siente y puede hacer?” Me respondió: “Sé que se siente segura. Está en la famosa zona de confort. Tú no sabes porque había contactado contigo, verdad? Pues, yo te digo que la respuesta a sus preguntas es – salir de su zona de confort.” Pregunté si sería posible encontrar otra manera de ayudar a Andréa porque no me parecía que ejerciendo presión Cuarzo Rosa pudiera conseguir algo. Me preocupaba que si siguiera así, Andréa no querría llevar el colgante. Pero los minerales son muy sabios. El Cuarzo Rosa dejó de presionar la garganta. Susurró al oído de Andréa:” Cierra los ojos y escucha!” Al hacerlo Andréa empezó a oír los sonidos del bosque. Pájaros, el susurro del viento entre las hojas de los árboles, zumbido de los insectos. Cuarzo Roso continuó: “Lo que oyes, también es un coro. Un coro mucho más grande al que te aferras. Puedes seguir cantando, formando un grupo sin necesidad de estar encerrada en una jaula de tu comodidad. Entiendo que tienes la necesidad de formar un grupo. Simplemente no te das cuenta de que ya lo estás haciendo. Canta! Tu concierto ya ha empezado. Tu orquesta ya está tocando. Tu creatividad está a punto de expresarse. Canta!” Y Andréa comenzó a cantar. Abrió los ojos. Delante de ella veía un precioso camino entre los árboles. Era un momento de mucha liberación y emoción. Delante de ella vi la energía de Cuarzo Rosa y Rodonita creando un remolino de forma de espiral delante de ella. Mejor dicho era algo que parecía una galaxia con los brazos de dos colores de rosa. Andréa lloró liberando su garganta de toda la presión. En su corazón sentí una gran Flor de Loto. Oí la voz que le decía: “Eres como una flor pura y delicada que al mismo tiempo es resistente y valiente. Eres capaz de creces en cualquier circunstancia. Tu vulnerabilidad es tu verdadera fuerza porque te da la capacidad de oír la naturaleza de la creación. Los sonidos que a otros se escapan pero tú los puedes oír que crear a base de ellos. Lo único que te puede frenar eres tú misma.” Andréa estaba mirando el camino. En su pecho brillaba la Flor de Loto y a sus lados estaba la energía del Cuarzo Rosa y Rodonita, como unos amigos con los que haces un paseo por el bosque.

Si te gustaría conocer el mensaje de algún mineral tuyo, o que te prepare alguna pieza personalizada solo para ti, escribeme!!!

Soy una herramienta

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Después de pedir permiso para abrir canal de comunicación vi a Carolina sentada enfrente de una montaña que tenía el color de su colgante. Era impresionante ver un monte inmenso de ese color y brillo. Carolina parecía maravillada mirándolo. Pero al mismo tiempo percibía como si la energía de la piedra se mostrara reservada y un poco resentida. Como si esa admiración de Carolina no le gustara nada. Aparecieron al lado de Carolina animales, plantas, personas – me pareció ser una de esas personas, que intentaban hacerle entender como interactuar con su montaña. Pero era difícil porque el gran respeto que sentía Carolina a esa energía hacia que por dentro se sentía inferior a ese montaña tan impactante. La piedra finalmente se dirigió a Carolina: “El hecho que me puedes ver dice que formo parte de ti. Tú eres de lo mismo maravillosa que yo. Pero tienes la actitud de un observador.” En ese momento pensé que no había nada inconveniente en ser un observador. Pero la energía de la piedra me respondió: “En este caso desgraciadamente sí que es inconveniente porque no me deja interactuar con ella. Me lleva cono un objeto muy preciado pero no me utiliza y del mismo modo me priva de la posibilidad de utilizar sus ojos.” Por un instante sentí como la energía de la piedra se colocó en el corazón de Carolina. Y entonces pude ver a Carolina a través de la visión de la piedra. La sensación fue como si lo infinito de repente se hiera consciente de lo finito y al rever. Era una sensación muy curiosa y al mismo tiempo complicada para explicar. Pregunté a la piedra como podría Carolina interactuar con ella. Dijo: “Ella es como una cámara de fotos analógica. Es un aparato sumamente maravilloso e interesante. Hace posible captar la realidad multidimensional y darle forma posible de entender y vivir en el cuerpo físico. Y yo puedo servirle, si me utiliza de forma consciente, como diafragma para dejar entrar menos a más luz que a fin de cuentas es la información que nos llega del universo. También puedo servir para enfocar algún detalle en concreto. No soy un objeto de adoración. Soy una herramienta.” Me pareció que la energía de la piedra se colocaba en el tercer ojo de Carolina. Continuó: “Puede meditar conmigo enfocando mi energía en una situación o una pregunta para poder ver varios puntos de visto y varias respuestas. Puede ponerme en su cuerpo físico para entender los mensajes ocultos para sus ojos o encima de alguna imagen u objeto para ir más allá de su significado superficial. Puede ver la existencia desde la perspectiva del creador y entender que ella misma es el creador y lo creado. La pido que no me admire porque somos iguales. La pido que me use.”

Camino hacia felicidad

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Después de pedir permiso para abrir canal de comunicación entre Mari y sus piedras vi como la energía de tres mujeres llenó los pendientes y el colgante. Al principio una estaba a las espaldas de Mari con las manos en sus hombros. Y las otras dos sujetaban sus manos. Conectaron con ella y entonces me pareció que tanto esas mujeres como Mari tenían el mismo origen. Eran las ondinas. Al pensarlo o mejor dicho reconocerlo las tres mujeres se situaron enfrente de Mari y se mostraron tal como eran, las preciosas ninfas acuáticas. Aunque la imagen era muy bella Mari no parecía nada feliz. Como si esa imagen le traía solo recuerdos dolorosos. Tuve la sensación que en alguna vida remota, Mari decidió dejar su ambiente aguoso por el amor. Pero su historia no tuvo un final feliz. Ya fuera de su lugar sintió como si hubiera traicionado a los suyos. O todavía peor, como si hubiera traicionado a si misma. Sintió tanta vergüenza y culpa que se auto-castigo. Mi sensación fue que vida tras vida daba espalda a la felicidad. Como si no la merecía. No se permitía ser realmente feliz. La satisfacía lo superficial porque simplemente lo profundo le recordaba las profundidades del mar que había dejado. En todas sus aguas, resonaban muchos ecos de varias vidas donde siempre abandonaba algo importante para ella que le podía dar la felicidad. Las ondinas junto con las energías de las piedras intentaron primero quitar esos ecos de vidas pasadas que tanto resonaban en Mari. Poco a poco sus aguas cobraron precioso color de Fluorita. Las Fluoritas susurraron: “Ahora estás libre. Hasta ese momento era difícil que vieras la realidad porque la imagen era muy distorsionada. Ahora puedes empezar de nuevo.” La energía de las Cianitas se colocó en su tercer ojo con el mismo objetivo de ayudar a Mari ver por encima de su profunda sensación de culpa. Sentí otra vez la energía de Fluorita que se colocaba en su corazón calmando la profunda tristeza. En ese momento vi a Mari sentada en una playa. Contemplaba el mar. De repente se oyó la profunda voz que resonaba en todas partes. Era la voz de la Ballena Madre. “Todo está perdonado porque de verdad no hay nada para perdonar. Eres tú quien se castiga a si misma. Todo lo que hiciste fue por amor. Y el Amor es lo más importante de todo. Pues, deja atrás ecos del pasado y empieza a vivir tu nueva y verdadera vida. Es el tiempo para ser feliz.” La voz de Ballena Madre resonaba en las piezas de Fluorita con mucha intensidad.
Creo que Mari, gracias a Cianita que despeja su tercer ojo para que pueda reconocer que es suyo de ahora y que pertenece a los ecos del pasado y preciosa y calmante luz de Fluorita llenando su corazón, tiene posibilidad de emprender un camino nuevo. El camino hacia permitirse a si misma a ser feliz.

El Ser Realizado

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Después de pedir permiso para abrir canal de comunicación vi a Lara en un prado lleno de hierbas altas. Hacía mucho sol. La veía como en las fotos que se hace a contra luz. Sus contornos eran diluidos por mucha luz amarilla. La veía siempre de espalda, andando hacia el sol y tocando con sus manos las hierbas. Mi visión se alejó de ella y entonces la percibí en una esfera de luz dorada con todo ese maravilloso prado dentro. La observaba desde fuera cuando de repente sentí la presencia de la energía del Ámbar. Era andrógina. Eso me sorprendió porque suelo percibir la energía de las piedras o más femeninas o más masculinas. Pero en ese caso no podía decidirme. Estaba a mi lado observando a Lara. Todo el tiempo la veíamos de espaldas. Finalmente Ámbar me preguntó: “Crees que es bueno mirar solo un lado?” Sabía que era una pregunta trampa pero respondí: “A veces es mejor dar espalda a algunas situaciones o personas, de esta manera no te pueden afectar. No lo crees?” Ámbar respondió: “Pues, yo no lo creo. Así dejas a tus espaldas justo lo que más deberías mirar. Voy a hablar con Lara.” Su energía se unió a su esfera dorada llenándola con todavía más cálida luz color miel. Oí la voz: “Te rodea la luz de sabiduría. No te beneficia de ninguna mera seguir eligiendo que quieres y que no quieres ver. Tu visión puede ser todavía más amplia y entonces nada podrá sorprenderte y al mismo tiempo todo podrá nutrirte.” En ese momento al lado de Lara apareció Horus. La miró diciendo: “Algunos cuentan que perdí mi ojo luchando pero para decirte la verdad no se si no lo quería perder a propósito. Pasé por ese etapa igual que tú ahora. Pero al final entendí que puedo elevar mi experiencia a otro nivel y entendimiento. To ofrezco un regalo. Te ofrezco mis dos ojos. Vibrarán en ese Ámbar para que puedas decidir cuando quieras usarlos y algún día ya serán permanentemente tuyos.” Se colocó enfrente de Lara. Los dos estaban de pie. La besó en la frente y entonces empezó a brillar entre sus cejas un Ojo de Horus pero era doble. Dos en uno. Lara respiró hondo. El ojo dorado de su frente empezó a hacerse cada vez más grande. En algún momento la envolvió entera y su pupila estaba a la altura de su corazón. Lara cambió. Entonces me pareció percibir dos Laras. Una con ese doble Ojo de Horus y otra como una niña que la miraba sentada en el suelo admirándola. Al lado de la niña se sentó un hombre. Era la energía de Ojo de Tigre. Le dijo a la niña Lara: “Represento la energía solar y la de la Tierra. A esa maravillosa emanación de Lara le falta algo. Le falta la conexión con la Tierra y eso se la puedes dar tú.” La energía de Ojo de Tigre impregnó el corazoncito de Lara pequeña. Ella se levantó y muy convencida dijo: “Yo también puedo aportar algo.” Se acercó a Lara mayor que brillaba envuelta por el Ojo de Horus y la abrazó. Respiró hondo otra vez. Me pareció ver como la luz del Sol y la energía de la Tierra creaban fractales en todas las células de Lara. Ahora sí que parecía un ser realizado. Pensé en un mantra Egipcio Sa Sekhem Sahu que quiere decir El Aliento de la Vida, El Poder Sagrado, el Ser Realizado.
Lara en ese momento encarnaba esas palabras.

Confiaremos en ella!

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Me encanta esa comunicación. A ver qué os parece?

Después de abrir canal de comunicación vi a Ola, Robert y Ula sentados alrededor de una mesa. Ula parecía tener unos 12 años. El ambiente era como si hubieran acabado una discusión intensa. Veía la cara de Ula nada convencida de lo que le decían sus padres. Y las suyas demostraban la mezcla de amor, cariño y al mismo tiempo sabiduría de los adultos. Detrás de Ola y Robert vi sus almas. Ola sonreía susurrando: “vaya, vaya, vaya como nos torea.” Robert parecía más preocupado. Su energía susurró al oído de Ola: “Y que vamos a hacer ahora?” Y ella sin dejar de sonreír respondió: “Lo de siempre. Confiaremos en ella sin dejar de confiar nosotros mismos en nuestros criterios.” Sentía mucho la energía de Cianita que cada vez con más fuerza recogía la energía de Ola y Robert. Finalmente expresó su mensaje: “Vuestra hija es un alma valiente y fuerte. Necesita que seáis muy firmes y seguros. Por eso pase lo que pase en vuestra vida nunca olvidéis hablar entre vosotros. Vosotros sois el pilar que ella necesita. Y necesita que vayáis a la una, siempre. Cualquier cuestión importante, os recomiendo primero hablar entre vosotros y luego expresarlo a ella. Ahora es fácil porque es pequeña pero en menos que cante un gallo será una adolescente y luego mujer. Os necesitara siempre como los referentes claros y coherentes. Por eso os uno desde vuestro tercer ojo para que podáis llegar a mejor entendimiento entre vosotros.” En ese momento también se activó Agua Marina y añadió: “Y yo os uno desde vuestro corazón para que siempre fluya el amor y la sabiduría del uno al otro.” Vi las energías de Cianita y de Agua Marina creando los infinitos entre Ola y Robert. Pedí que esa unión respetara la ley de no interferir el plan divino de cada uno y que siempre sea con respeto y amor a todos los involucrados. Luego sentí otra vez la esencia de Ula. La envolvía la energía de Amatista Súper Siete. Le susurró: “Niña de las estrellas, hija de la tierra, fuerte y poderosa. Te envuelvo en mi sabiduría para que puedas ver otros puntos de vista, y aceptarlos como una posibilidad de entender el mundo.” La energía del Cuarzo Rosa también rodeó a la niña: “Yo te doy el equilibrio del amor, el eje que te guiará para que puedas conseguir tu propósito, para que cumpla tu misión.”
Otra vez vi a los tres familiares. Esta vez veía a Ula como a una mujer de más a menos 25 años. Estaban dentro de la gran esfera del Cuarzo Ahumado. Los tres hicieron un círculo y cerraron los ojos. En medio del círculo empezó a crecer un árbol. Era un Fresno. Crecía cada vez más hasta hacerse grande. Ola, Robert y Ula seguían alrededor de él. Era maravilloso sentir su energía que sostenía a toda la familia, uniéndolos más allá de las palabras. Me parecía que el tiempo pasaba y Ola y Robert se hicieron mayores y finalmente se fueron. Veía a Ula como a una mujer realizada, sabia y segura de si misma. Todo un orgullo y felicidad para los padres que en un momento dado se irían con plena sensación que habían hecho su trabajo de mentores muy bien. Era muy emocionante el momento cuando Ula los dejó ir en paz y tranquilidad. Y el precioso Fresno seguía erguido susurrando sus historias para su familia.
Después de esas imágenes tan tierna me impactó la Ágata Fuego. Es la esfera más pequeña, la primera del conjunto. La vi un poco cabreada. Dijo: Vale, todos colocados – (me pareció que se refería a la energía de otros minerales) y ahora me toca solo a mí a limpiar espacio físico donde viven. Pero no pensáis que me quejo. No, no, yo puedo con todo pero que quede la constancia que el trabajo sucio hago yo y también merezco un agradecimiento.” Estaba yo un poco desconcertada con su actitud pero me dejó muy impresionada cuando de repente su energía cobró forma de un gigantesco ángel que con sus alas abrazó tanto la energía de Ola, Robert y Ula como toda la casa. Pregunté si fuera un ángel sabiendo que a veces vienen en las comunicaciones las energías de los seres de luz. El Ágata respondió resoplando: “No soy ningún ángel! Soy yo, Ágata Fuego pero las alas me dan posibilidad de proteger el hogar de Ola y Robert sin cerrarlo. Mi energía es muy contundente, aunque quizás no lo parezca. Si haría una esfera, las energías no podrían moverse fácilmente. Y eso es necesario en una casa. Hay energías que tienen que irse y otras deberían entrar. Con mis alas solo hago una primera selección. El resto ya es el trabajo de Ola y Robert.”
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Personalizarle las piedras y/o hacer una comunicación puede ser también un bonito regalo para algún ser querido.

Elige

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Después de pedir permiso para abrir canal de comunicación vi a Sara de espaldas sentada en el suelo. Percibía muchas energías alrededor de ella que creaban un tipo de la nube que no me dejaba verla bien. Intentaba yo ponerme delante de ella pero se movía de manera que siempre me daba la espalda. Se parecía a una niña que al estar muy triste no quería ver a nadie. En ese momento percibí como en sus manos apareció el símbolo de OM. Sol lo miró y luego se lo puso en su corazón. La preciosa energía de ese símbolo, que vibraba desde su corazón, aquietó las energías alrededor de ella. En ese momento vi la energía de Granate que le dijo : “Tienes que aprender a destruir las cosas que no te sirven, que no resuenan con tu vibración. Mira yo soy como un martillo. Te doy fuerza para destruir lo que no necesitas.” Sara miró el martillo de Granate y sintió que no era capaz de usarlo. Dijo que no podía, que no quería, que destruir no era lo suyo, que no le resonaba nado lo que le proponía Granare. Apareció la energía de la Cornalina que intentaba convencer a Sara que era solo cuestión de cambiar de la perspectiva que no se trababa de destruir haciendo daño sino dejar ir. Sara solo movía la cabeza negando cada vez más fuerte la posibilidad de poder hacer lo que le pedían las piedras. Granate y Cornalina se miraron uno al otro sin saber qué hacer. Y entonces se activó la energía de la Fluorita. La sentí sobre todo en el tercer ojo de Sara pero hizo un pilar de luz que traspasaba todo su cuerpo. Esa activación cambió todo. Sara sentía la energía de Fluorita en su interior. Sentía la calma profunda, la determinación, la certeza y la fuerza. La voz de la Fluorita vibraba en todo su cuerpo: “Has cedido tu poder tanto tiempo que se te ha olvidado quien eres. Ha llegado el tiempo en el que tu alma te pide que recuerdes tu poder. Para llevar acabo lo que pretendes, para ser madre que sostiene en todos los niveles a tu niño, para hacer frente a lo que te llega, tienes que levantarte y recordar tu fuerza y tu luz.” La energía de Sara estaba cambiando. Se levantó y ya de pie miró a sus piedras que sonreían. Cornalina tocó su barriga diciendo: “Lleno ahora mismo, tu barriga y tu cuerpo de la energía física. De la solidez de tu cuerpo. Tu cuerpo es un santuario. Es un sitio sagrado. Recuérdalo siempre y respétalo.” Granate estaba muy emocionado mirando a Sara tan cambiada y tan empoderada. Muy contento dijo: “Ahora no necesitas ningún martillo. No necesitas nada externo. Mi fuerza fluye desde tu interior. Desde tu primer chacra estableciendo la conexión con la Madre Tierra. Y luego se vierte al mundo a través de tus manos.” Sara miró a sus manos como si las hubiera visto por primera vez.
La conciencia unificada de los tres minerales le dio el último mensaje. “Eres tú y solo tú quien puede decidir cómo querrás vivir. Puedes no escucharte a ti misma y seguir permitiendo el ruido alrededor de ti. Asustada como una niña. O puedes sentir desde tus entrañas el poder que fluye por tu cuerpo, la calidez que llena tus entrañas y la claridad que despeja tu mente. Siente OM en tu corazón. Crea, protege y destruye! Porque así es la vida. Recuerda tu esencia! Conecta contigo misma. Te sorprenderá tu verdadero poder.”

Una petición

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El otro día hablé con esa piedra. Es mi colgante de Súper Siete que tengo ya desde hace unos cuantos años. Pero para decir la verdad lo he puesto muy pocas veces. Por eso me sorprendí mucho cuando hace unos días al llevarlo para meditar establecí una fluida y muy interesante conversación con él. Al sujetarlo en mi mano sentí una presencia de una energía indígena, que provenía de los Andes. En varias comunicaciones vienen las energías de los guías, animales, seres de luz, a veces arboles. Siempre me fascinaba esa capacidad de los minerales de resguardar esas energías. Aprovechando la oportunidad le pregunté a esa energía que veía como a un indio cuál era su relación con la piedra. Me comentó que era como una simbiosis. Que la piedra lo aceptaba porque era necesario para su evolución y que ella también se nutria de esa situación Eso me sorprendió un poco. Siempre pensaba que el único objetivo era acompañar a la persona. No me di cuenta de que el mineral también se aprovechaba de la presencia de esa energía externa. Pensé en ese momento en las situaciones cuando el mineral llevaba una impronta energética que no le gustaba a la persona. Recuerdo tener el péndulo que no pude usar hasta conseguir limpiar la energía que estaba pegada a él. Pregunté pues, que pasaba en esas situaciones porque evidentemente era posible limpiar las piedras. La respuesta me sorprendió y me mostró mi soberbia humana y que pocas cosas son evidentes.. El amigo indígena de mi Súper Siete, mi guía que me conectaba con mi sabiduría de los Andes me dijo: “Vosotros, los humanos, no podéis limpiar las piedras! Si la piedra desea sostener una energía en concreto, no podéis hacer absolutamente nada para deshacer su vínculo con esa energía. Lo que hacéis vosotros al “limpiar las piedras”, es solo lanzar una petición. Es una petición que la piedra acepta o no la acepta si no lo quiere. Es verdad que las piedras escuchan y suelen ver el acto de lo que vosotros llamáis “limpieza” como la manera de toma de contacto con vosotros. Es algo que agradecen porque si han llegado a vuestras manos es porque os han elegido de la misma manera como el niño elige a sus padres.”

La serenidad

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Después de pedir permiso para abrir canal de comunicación vi a Erica y a la energía del Cuarzo Rosa como a dos preciosas mujeres. Estaban sentadas una enfrente de la otra mirándose. Erica parecía un poco inquieta. Mantener la mirada del Cuarzo Rosa la avergonzaba un poco. La Mujer Cuarzo Rosa dijo: “ Lo que quiero compartir contigo es la serenidad. Es la calma que proviene desde el corazón llena de confianza y seguridad.” Por un lado eso parecía poco. Pero la verdad es que no era nada fácil para Erica integrar la energía de Cuarzo Rosa. Sentía que en lugar de sentir la serenidad sentía cada vez más inquietud. Pregunté al Cuarzo Rosa si la manera en la que conectaba con Erica era óptima. Su respuesta fue: “Si, siempre y cuando deje de resistirse.” Erica como si hubiera oído nuestra conversación respondió un poco irritada: “ No me resisto. Tu serenidad es lo que deseo.” Cuarzo Rosa respondió: “De verdad , no es mi serenidad, es nuestra. Pero por ahora hay dentro de ti vibraciones acumuladas que no te dejan experimentarla por completo.” Sentí como la energía del Cuarzo Rosa se colocó en el plexo solar de Erica. En ese lugar estaban acumuladas memorias que la desequilibraban. Las veía como a unos remolinos negros. La Mujer Cuarzo Rosa seguía mirando a Erica detenidamente. Finalmente susurró: “Te puedo crear una cierta incomodidad porque eres tú quien sostienes las tormentas. Las tormentas por si solas no son ni buenas ni malas. Pasan en la vida de los seres humanos. Otra cosa es no dejarlas ir. Observa la naturaleza, ninguna tempestad es infinita. Libera la energía y se deshace. A veces necesitáis la fuerza y por eso sostener la energía de la tormenta os da la ilusión de la fuerza. Pero no así. Es una ilusión. Suelta las tormentas y conseguirás encontrar tu serenidad. Y entonces serás invencible. Si me das permiso liberaré tu plexo solar de lo que te molesta y te maneja desde la inconsciencia sin que tú misma te das cuenta de eso.” Erica asintió. Me parecía que necesitaba la ayuda del Cuarzo Rosa sobre todo porque se sentía incapaz de ver sus tempestades. Era como algo disfrazado, algo que se escondía. Por eso confió en Cuarzo Rosa y se dejó llevar solo sintiendo el proceso.
Vi a la Mujer Cuarzo Rosa en un espacio de plexo solar que veía como un paisaje lleno de pequeños torbellinos negros. Sentía como la energía del mineral se hacía cada vez más fuerte. Me daba mucho respeto presenciar eso. Era una energía muy concentrada, muy contundente. Como una Diosa poderosa empezó a soplar ahuyentando todo lo denso. Cuando el paisaje se despejó dijo a Irene: “Soy la fuerza de la Serenidad. La fuerza de la Paz. Nada que se aleja de mi vibración se sostiene a mi lado. Si eliges tus tormentas no disfrutarás llevándome. Tus emociones al ponerme que sean para ti un aviso. Si no te sientes a gusto, obsérvate y pídeme ayuda para que te libre de lo que no resuena con nuestra serenidad.”
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